Es importante entender que estos dos conceptos son distintos pero en muchos casos se complementan. Le contamos qué debe tener en cuenta para cada actividad, según la manera que usted tiene de relacionarse con el dinero.
Colombia es un país donde pocas familias ahorran, tan solo el 60% de los afectados por una emergencia en el 2018 no tenían recursos para enfrentar la situación y se estima ocho de cada 10 hogares en el país no tienen el buen hábito del ahorro.
Eso los conduce a la práctica no muy sana de ‘vivir al debe’, pidiéndole prestado a sus familiares o amigos, a acudir a los avances con la tarjeta de crédito y peor aún, buscar el préstamo ‘paga diario’ con altísimas tasas de interés y métodos de cobro que amenazan la integridad de los deudores.
Los datos de ahorro corresponden al estudio “Demanda del Seguro 2018” realizado por la Superintendencia Financiera y la Banca de las Oportunidades que concluye que solo dos de cada 10 familias en el país cuenta con algún tipo de ahorro, mientras que tres de cada 10 admitieron haber sufrido una calamidad en los últimos tres meses, siendo la pérdida del empleo el de mayor impacto económico.
Los expertos que analizan estos temas advierten que uno de los temas más mencionados en educación financiera es la necesidad de aprender cómo ahorrar e invertir y la importancia de la cultura del ahorro en todas las etapas de la vida. Pero antes de esto debemos saber si estos dos conceptos significan lo mismo o si en realidad son cosas diferentes.
“En el mundo de las finanzas es importante saber que el ahorro y la inversión son cosas distintas, pero en muchos casos complementarias” afirma Fabio Chavarro, gerente corporativo del Grupo Juriscoop.
La acción de ahorrar permite acumular dinero de manera segura, es decir, guardar una plata para conseguir un objetivo en el futuro o tener un fondo de emergencia disponible en todo momento ante cualquier eventualidad; y por otro lado, invertir consiste en poner una cantidad de dinero “a trabajar” para obtener unos rendimientos mayores. “Aunque dependiendo de donde invirtamos esto tendrá más o menos riesgo” apunta Chavarro.
¿Y entonces cómo saber si debe ahorrar o invertir? Para Chavarro las siguientes 3 claves son principales:
Dependiendo de para qué necesite la plata y cuál sea su meta, conocerá cuánto dinero va a necesitar y el tiempo que tiene para conseguirlo.
#1-Cuándo debe ahorrar
“Si su objetivo es a corto plazo y va a necesitar el dinero en cualquier momento, lo mejor es ahorrar” aclara Fabio Chavarro. Los productos de ahorro, tales como las cuentas de ahorro, el ahorro programado o los depósitos a plazo son productos muy seguros, que ofrecen una rentabilidad moderada pero segura, que le permiten disponer del dinero en un plazo corto de tiempo y con los que la posibilidad de perder el capital es muy remota, especialmente si lo hace en una entidad vigilada por la Superfinanciera o por la Supersolidaria.
Por ejemplo: si está pensando en realizar una especialización, puede fijarse una meta de ahorro en un año e ir ingresando mes a mes una cuota fija con la que conseguir su objetivo en el plazo establecido.
#2-Cuándo debe invertir
Si en cambio, “ya tiene una cantidad de ahorros o un capital, quiere incrementar considerablemente su valor y además no va a necesitar esa plata en un periodo de tiempo corto, lo mejor es que busque un producto de inversión como pueden ser los fondos de inversión, pagarés, acciones, CDTs, entre otros”, apunta el gerente corporativo del Grupo Juriscoop.
Tenga en cuenta que dentro de las opciones de inversión hay unas que son más seguras que otras. “En el mercado hay muchas opciones de inversión, algunas con expectativas de obtener alta rentabilidad, pero ello implica asumir altos niveles de riesgo, por cuanto la rentabilidad esperada es proporcional al riesgo que se asume, y aunque efectivamente se puede ganar bastante, también se puede perder el dinero invertido” resalta Chavarro.
Dentro de las inversiones más seguras se encuentran los CDTs que las entidades financieras ofrecen, estos tienen una buena rentabilidad y se puede disponer de los recursos cuando se presenten mejores oportunidades de negocios.
Pero “obviamente no es recomendable tener todos los huevos en una sola canasta, por ello se sugiere complementar con otro tipo de inversiones como activos productivos, es decir los que generan rentas permanentes, como inmuebles que se arriendan, bonos, acciones o algún tipo de actividad financiera, pero en estas opciones el nivel de riesgos de perder el capital invertido se aumenta considerablemente” puntualiza el vocero, pero siempre teniendo en cuenta que se conozca el negocio, que se haga análisis completo del mercado y que se haga control sobre dichas inversiones.
“Es importante detenerse a pensar lo que dijimos anteriormente, para qué necesitamos la plata, cuánto necesitamos, en qué plazo y si ya disponemos de un capital inicial. Una vez hecho esto podremos estudiar las diferentes opciones que nos ofrece el mercado y decidir si abriremos un ahorro o haremos una inversión” finaliza.